El joven torero coahuilense Arturo Gilio tuvo una intensa de semana  en el campo bravo mexicano, de cara a su último compromiso del año en Tlaltenango, Zacatecas en donde compartirá cartel con el rejoneador navarro Pablo Hermoso de Mendoza y el diestro hidrocálido Arturo Saldívar. Y, con miras, a lo que será una intensa temporada 2024 en donde ya tiene firmadas un buen numero de corridas.

Así el pasado miércoles estuvo en la ganadería de Jaral de Peñas compartiendo labores de tienta con el español Ginés Marín, disfrutando de las buenas embestidas de las becerras de la divisa obispo, amarillo y blanco de está casa ganadera propiedad de Juan Pedro Barroso Díaz.

El jueves viajó a la ganadería de Arroyo Zarco en donde nuevamente practicó el toreo de temple y calidad ante las cadenciosas embestidas que distinguen a la vacada de Don Fernando Pérez Salazar. 

El viernes pasado, luego de largas horas de carretera llegó al rancho La Colorada en el estado de Coahuila, lugar donde se encuentra enclavada la ganadería de Fernando Lomelí. Ahí se puso a prueba ante la bravura y la exigencia de las utreras que el ganadero le tenia reseñadas para su preparación.

De esta manera se pone a punto para su compromiso del próximo jueves 28 de diciembre en Tlaltenango, Zacatecas en donde espera cerrar con un triunfo grande su temporada 2023.