Con el Paseo de Madrid de esta tarde, concluían las marchas reivindicativas que se han extendido por todo el territorio nacional en los últimos días con el objetivo de defender la Tauromaquia.

Miles de personas se han dado cita en la explanada de la Monumental de Las Ventas, alrededor de la ansiada Puerta Grande, en un acto conducido por el periodista David Casas. Los primeros protagonistas del mismo han sido los niños, tomando la palabra para hacerse oír en su deseo de ser libres para ir a los toros. A continuación, ha sido el diestro y Director del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, Miguel Abellán, quien ha abogado por el respeto a la ley y a la libertad del pueblo de decidir qué es cultura y qué no lo es. Seguidamente, el matador de toros Gonzalo Caballero ha leído el manifiesto, cerrando el acto el periodista Carlos Ruiz Villasuso pidiendo, igualmente, dignidad, respeto y libertad para los taurinos.

Tras finalizar estas lecturas, la cabecera de la marcha, que portaba una pancarta, ha empezado a andar con grandes dificultades por la cantidad de personas congregadas, dándose la vuelta completa a la Plaza de la Ventas. Tras ellos, miles de aficionados, que respetando en todo momento la distancia de seguridad y con mascarilla han hecho el referido trayecto.

Han sido numerosos los profesionales taurinos que han apoyado con su presencia el Paseo de Madrid, desde matadores de toros como César Rincón, David Luguillano, José Pedro Prados “El Fundi”, Julio Aparicio, José Ignacio Uceda Leal, Fernando Robleño, Emilio de Justo, Joaquín Galdós, Francisco José Espada, Antonio Catalán “Toñete”, Adrien Salenc…., empresarios como Rafael García Garrido o Alberto García o el rejoneador Leonardo, entre otros.

Una hora antes que el de la capital de España, también ha tenido lugar un Paseo Taurino en León, que igualmente también ha solicitado libertad e igualdad de trato para los profesionales del sector con relación a las restantes manifestaciones culturales.

 

Manifiesto de los niños

«Mis padres me llevaron a los toros desde que yo era pequeñito.

Creo que mis primeros olés los escuché cuando estaba en la tripita de mi mamá.

Desde entonces he ido a la plaza de toros, a las habitaciones de los toreros cuando se visten de luces, en los coches de cuadrillas. También he estado en las fincas viendo tentaderos y conociendo como vive el toro bravo.

Nunca nadie me va a Prohibir mi afición por la tauromaquia porque la tauromaquia es cultura, es tradición, es historia, compañerismo, respeto, lucha, esfuerzo, triunfo, gloria y también es muerte como representa la estatua de Yiyo, un torero del que mi padre me habla mucho cuando venimos a jugar a Las Ventas porque era su torero favorito.

Como para mí lo eran Iván Fandiño y Víctor Barrio porque aunque me veáis muy pequeño me acuerdo perfectamente de ellos.

Los niños de hoy somos el futuro. Somos la cultura de nuestros abuelos y la de nuestros padres. Y queremos ser la cultura del mañana.

¡Viva la tauromaquia! ¡Viva España!».

«Los niños de hoy tomaremos el relevo de nuestros padres y abuelos y seremos los encargados de llenar plazas como esta que está a mi espalda.

Los menores de hoy somos el futuro.

Seremos en un futuro cercano los toreros, los ganaderos, los aficionados, los médicos, los periodistas del mañana.

Nadie tiene derecho a arrebatarnos el futuro. Nuestra libertad de continuar con nuestra cultura. Nadie tiene derecho de impedirnos honrar la educación de nuestros padres. Nadie tiene el Derecho de decidir por nosotros. Y nosotros hemos decidido amar a la tauromaquia. Crecer como personas dentro del respeto, de la tolerancia, de la igualdad de oportunidades a través del sacrificio que tiene el toreo».

 

Miguel Abellán:

«La ley que regula a la Tauromaquia como Patrimonio Cultural en España se aprobó en el Senado el 12 de noviembre de 2013 aunque todo el proceso empieza en marzo de 2011, cuando comienzan a recogerse las más de 580.000 firmas que llegaron al Ministerio de Cultura en forma de Iniciativa Legislativa Popular.

Una de las claves de esa ley es el cambio de denominación de la fiesta de los toros a Tauromaquia, que deja de ser considerada sólo en términos de ocio o espectáculo para considerar que su que carácter cultural es indiscutible y debe, en base a la misma ley, ser preservada como un tesoro propio de nuestro país, rico en culturas distintas.

La Tauromaquia como manifestación cultural es la seña de identidad de nuestra tierra, Madrid, y por ello está íntimamente relacionada con la evolución de nuestra historia, arte y tradiciones. Es el pueblo quien determina libremente cuál es su cultura y el que la protege.

Es cierto que a día de hoy la Tauromaquia se enfrenta al sello de espectáculo caduco tendente a la desaparición en la sociedad de la globalización que atravesamos. Por tanto, es clave que todos trabajemos en potenciar la dimensión internacional del sector y en la importancia económica que la industria proyecta, no sólo en Madrid capital y en su Comunidad, sino para toda España. Es necesario ejecutar líneas de acción que pasen por la importancia del espectáculo y que pongan el acento en su capacidad de generar riqueza y empleo.

La Cultura es creatividad y arte, pero también es tradición popular, arraigo a la tierra, señas de identidad propia que están en el contenido de nuestros encierros, toros en las calles y en cada una de las ganaderías de bravo de esta tierra.

Madrid es y será siempre tierra de toros y de toreros, más allá de expresiones políticas de cualquier signo y más allá de coyunturas tan tristes como la que vivimos actualmente, porque mientras el toro bravo embista y haya un ser humano capaz de crear arte con esas embestidas, habrá otro que se emocione viéndolo».

 

Gonzalo Caballero:

«Somos la gente del toro,

Cultura de un pueblo libre que celebra la vida alrededor de un animal mitológico, con ritos milenarios que nuestra cultura latina ha sabido preservar.

Somos el mundo del toro, somos brutos y sabios, del sol y la sombra, de derechas y de izquierdas. Somos de la calle, de la cuerda y de la plaza.

Somos la cultura con la que un pueblo se expresa alrededor de la tradición del toro, cultura que heredamos de nuestros abuelos y transmitiremos a nuestros nietos.

Somos la cultura universal que mantenemos viva en un lazo de hermandad pueblos del Perú, de Venezuela, Ecuador, Colombia, Portugal, Francia, México y España.

Reyes y papas han querido prohibirnos en el pasado, les molestaba una cultura que no podían controlar. Pero nunca pudieron con la fuerza de un pueblo.

Nuevos poderosos, en nuevos tribunales de inquisición, pretenden de nuevo prohibirnos.

Pero tampoco podrán, porque la cultura no se censura, la cultura no se puede limitar, la cultura no se puede reprimir.

La cultura es riqueza, diversidad, rebeldía, conflicto y creatividad.

Pero la cultura es, sobre todo y por encima de todo, libre y nos hace libres.

¡Viva el toro!»

 

Texto: Infotauro

Fotos: Muriel Feiner