La dinastía Silveti, de suya, nunca morirá. Tiene su peso específico en la fiesta brava, pero quien se ha encargado de mantenerla vigente es Diego Silveti quien hoy cumple su primera década como matador de toros, una fecha que parece fue ayer.

El 12 de agosto de 2011 el ruedo de Gijón en España se convirtió en el epicentro taurino del mundo porque José Tomás, pocas veces padrino concedería la alternativa al continuador de la cuarta generación de los Silveti, el joven Diego, que después de una fulgurante carrera como novillero en ruedos europeos desde el 2009, daba el gran paso ante el testimonio de Alejandro Talavante, con  toros de Domecq.

“Sorprendido de lo rápido que ha pasado el tiempo y de haber logrado muchos de los objetivos trazados a base de esfuerzo, dedicación, disciplina, triunfos, gloria y malos momentos que también construyen una historia.

“Aquella tarde era muy especial, pues cumplía un sueño de ser parte de la grandeza que me enseñaron todos los Silveti que me antecedieron, convertirme en matador de toros, en un cartelazo de lujo con todas la ilusiones puestas y, sinceramente, sin saber a ciencia cierta el futuro de mi carrera, aunque lo tenía claro, ser un torero que figurara, que respetara la fiesta y dignificara la historia de mi dinastía”, recuerda Diego quien contaba ese día con 26 años”.

“Y aunque fue en España, mi gran orgullo y reto era dejar muy en alto el nombre de México, mi país al que respeto infinitamente”, agregó Diego”.

Hoy, diez años después, Silveti del Bosque puede presumir de haber conseguido solidificar su carrera habiendo toreado 262 corridas de toros, 56 de ellas en el extranjero, pisando los principales escenarios del mundo donde ha triunfado.

Las Ventas de Madrid, por ejemplo, donde el 19 de mayo de 2013 cortó una de las orejas que ha conseguido, con más mérito, un torero mexicano pues lo hizo bajo una granizada que no sólo puso a prueba al guanajuatense, sino que ratificó la responsabilidad y el valor que han sido sustento de su carrera.

“Gozar del cariño del público en las mejores plazas del mundo donde el reconocimiento a mi trayectoria ha sido palpable es maravilloso”.

“Tardes que me han dado fama, dinero, pero también mucho dolor, 11 cornadas y fracasos en tardes claves  que me han enseñado lo duro de la vida, pero me han dado entereza para no claudicar y seguir hasta este momento, sabiendo que lo mejor está por venir”, reconoció.

Para Diego, el continuador de lo que inició Juan Silveti Mañón (su bisabuelo) quien dejó el legado en Juan Silveti Reynoso (su abuelo); David Silveti Barry (su padre) y Alejandro Silveti Barry (su tío y actual apoderado), pertenecer a esta dinastía ha sido un invaluable honor que le ha dado la vida.

“Ha sido una responsabilidad tremenda, pero muy bonita. Ser un Silveti es mi vida, un orgullo que pretendo transmitir ahora a mi hijo. Así como mi padre me lo enseñó como una disciplina, una actitud, es una forma de vivir”.

Su palmarés de orejas cortadas deja en claro que Diego es un torero estable artística y triunfalmente al haber cortado 233 orejas, casi a una por tarde vestido de luces, sin contar, claro, las decenas de festivales en los que ha participado. Y con algunas de esas orejas, los cuatro rabos que ha cortado.

El primero, casi a un mes de su alternativa en San Agustín de Guadalix el 18 de septiembre de 2011.

Embalado llegó a la Plaza México y el 11 de diciembre de ese año cortó el de “Charro Cantor”, un bravo toro de Los Encinos.

Inolvidable también la faena a “Metralleto” de Montecristo el 25 de diciembre de 2013 en Querétaro que le valió los máximos trofeos como sucedió también el 2 de febrero del 2019 en León.

Uno de los momentos más importantes de mi trayectoria fue precisamente el rabo que corté en la Plaza México (el 126 en la historia del Coso de Insurgentes), uno de los días más felices de mi vida no sólo profesional”, recuerda Diego quien ha salido 71 ocasiones de la plaza en hombros de los emocionados espectadores.

No menos importante el reconocimiento que han tenido diferentes ganaderos de bravo, gracias a la técnica, el valor y el sentimiento de Diego Silveti, cuyas faenas han provocado el indulto de nueve toros, el primero de ellos en el 2013 y el más reciente el 2019.

León, Aguascalientes, Torreón, Irapuato, Moroleón, Autlán de la Grana y Cancún son fieles testigos de las faenas de Diego que feliz ha disfrutado junto a los ganaderos de Fernando de la Mora, San Miguel de Mimiahuapam, Pozo Hondo, San Martín, Marrón, Bernaldo de Quirós, Jaral de Peñas y Pepe Garfias.

Hoy cumple su primera década como matador y el 21 de agosto en Huamantla iniciará la segunda. Continuará escribiendo una historia en la que la  verdad, entrega y pasión, han sido los pilares de su irrefutable tauromaquia.

SILVETI AÑO POR AÑO

En 2011 (14 corridas, 9 en el extranjero)

En 2012 (31 corridas, 14 en el extranjero)

En 2013 (38 corridas, 15 en el extranjero)

En 2014 (31 corridas, 10 en el extranjero)

En 2015 (31 corridas, 4 en el extranjero)

En 2016 (31 corridas, 2 en el extranjero)

En 2017 (24 corridas)

En 2018 (26 corridas, 1 en el extranjero)

En 2019 (26 corridas, 1 en el extranjero)

En 2020 (4 corridas)

En 2021 (5 corridas)

Dentro de esta celebración Diego anuncia para el mes de agosto y septiembre las siguientes fechas:

21 de agosto; Huamantla, Tlax. Con Fauro Aloi, Joselito Adame, y Toros de Villa Carmela.

3 de septiembre; Ciudad Juárez, Chih. Con Juan Pablo Sánchez y Luis David Adame, con Toros de Santa Fé del Campo.

10 de Septiembre; San Luis Potosí, SLP., Fermín Rivera, Joselito Adame y Toros de San Martín.

25 de Septiembre; Juriquilla, Qro., en un cartel por definir y Toros de Teófilo Gómez.