Con el objetivo de mantenerse activo frente a la cara del toro, el novillero César Pacheco tuvo oportunidad de tomar parte en un par de tentaderos durante el reciente fin de semana y además ayer lidió un novillo en un evento taurino a puerta cerrada en la Hacienda El Salitre, de Querétaro.

Como se sabe, este lugar fue durante el siglo XVII una de las haciendas más extensas y productivas del país, en la actualidad alberga un hotel, un restaurante de cocina mexicana y cuenta con una plaza de toros, donde César Pacheco toreó un novillo de la ganadería Barralva.

El burel dio buen juego y el zacatecano Pacheco lo aprovechó con capote y muleta. Al final de la faena, el bravo animal le propinó una tremenda voltereta de la que César se levantó sin verse la ropa y aún maltrecho, se entregó en la estocada que hizo doblar de inmediato a su colaborador, por lo que los exclusivos asistentes solicitaron que se le otorgaran dos orejas.

Pacheco, quien en noviembre pasado sufrió fractura del paladar mientras toreaba en el coso mexiquense La Florecita, lo cual le llevó un largo periodo de recuperación, en lo que va del presente año ha tomado parte en cuatro festejos (Arroyo, Cedral, Aguascalientes y Tlaxcala), con el corte de tres orejas.

Estuvo acompañado por el matador Manolo Mejía, así como por sus compañeros del escalafón novilleril Eduardo Neyra, Julián Garibay y César Ruíz. Esa misma tarde, César Alfonso Ramírez lidió un ejemplar de la ganadería de Luis Felipe Ordaz, con el que hizo gala de su arte característico y cortó una oreja.