Con una entrada cercana a media plaza y un ambiente familiar se dió el ya tradicional evento «El Campo en la Plaza» creado por el Instituto de Desarrollo Taurino Tlaxcalteca.
Este evento ha resultado de gran interés y su objetivo de acercar a la afición tlaxcalteca a la intimidad de las ganaderías se ha cumplido cabalmente.
La noche de ayer la gran concurrencia cercana a 4 mil personas pudo disfrutar del herradero de 2 añojos, la tienta de 3 vaquillas y la lidia a muerte de un novillo y un toro, todos los ejemplares de la añeja y legendaria ganadería de Piedras Negras.
El ganadero marco Antonio González Villa dio la orden para iniciar el evento y soltar los becerros que fueron derribados por torerillos de las escuelas taurinas locales y herrados por el mismo criador con ayuda de sus vaqueros que le acercaban los hierros calentados al rojo vivo en una fogata colocada a medio ruedo, los dos erales también fueron marcados con el corte del corbatín y curados por el veterinario MVZ Edmundo Espinosa antes de regresarlos a los corrales.
A continuación 3 verdaderas leyendas de los ruedos estuvieron a cargo de la tienta de 3 vacas piedrenegrinas, Los maestros Miguel Villanueva, Raúl Ponce de León y Rafael Gil «Rafaelillo» probaron la bravura y calidad de los ejemplares, dejando momentos de mucha torería y sabor haciendo aplaudir al respetable.
Para finalizar se lidiaron dos astados de mayor presencia, un novillo cárdeno para Gerardo Sánchez que estuvo valiente y artista pero que en un momento de descuido fue alcanzado y tuvo que ser llevado a la enfermería con posible luxación el matador Jerónimo despacho al de Piedras.
Jerónimo lidió un toro salinero que dejo al diestro practicar su depurada y oficiosa tauromaquia y con el que regaló detalles de su gran elegancia y toreo a la mexicana.
El ganadero juicioso y honesto estuvo atento a la calificación de sus astados y se mostró contento por la gran concurrencia al evento que tuvo su cierre espectacular con un gran despliegue de fuegos pirotécnicos.
Información y foto: Ángel Sainos.