El matador de toros Dámaso Gómez ha muerto este sábado 2 de mayo  en el hospital Clínico San Carlos de Madrid, a los 90 años de edad, tras haber sufrido un ictus hace varios días. El conocido como ‘León de Chamberí’ ya había sufrido un infarto cerebral hace años, del que logró recuperarse, si bien no pudo superarlo en esta recaída.

Dámaso Gómez Díaz había nacido en el madrileño barrio de Chamberí el 1 de abril de 1930 y veinte años después, el 16 de julio de 1950, hizo su presentación en Madrid para lidiar novillos de Marqués de Albayda junto a Nacional y Jaime Malaver cortando la primera de las numerosas orejas que paseó en Las Ventas.

Tomó la alternativa el 25 de mayo de 1953 en la Monumental de Barcelona con Julio Aparicio y Manolo Vázquez, que le cedieron el toro ‘Bombero’ de Alicio Tabernero. Confirmó en Madrid el 6 de junio del año siguiente con Rafael Ortega de padrino y Juan Montero de testigo y el toro ‘Maravilla’ de Usebia Galache.

Torero recio, de buen oficio, que por su capacidad y destreza se hizo especialista en hierros de los denominados duros, con los que daba la medida de su solvencia y profesionalidad. Se mantuvo con gran dignidad en las Ferias en los años 70 fundamentalmente gracias a sus actuaciones en Madrid, que le sirvieron para poder actuar en el resto de plazas y ferias del circuito. Se retiró el día de San Mateo de 1981 en Salamanca, tierra a la que estuvo muy vinculado, donde lidió una corrida de Conde de la Corte junto a Juan José y Espartaco.

Ese día se mantuvo en el ruedo a pesar de un percance sufrido en el primer toro, que le fracturó una costilla. Ese ejemplo de profesionalidad y de torería y de raza lo mantuvo hasta el último día el conocido como León de Chamberí.  (mundotoro.com)

Foto: ABC