La corrida de este viernes en la Monumental de Aguascalientes se llevó a cabo el tercer festejo del serial taurino San Marcos ante una entrada de tres cuartos en tarde calurosa y buen ambiente.

Se lidiaron cuatro astados de San Miguel de Mimiahuápam, primero y segundo regulares, el quinto complicado y el sexto que fue indultado, “Amor Infinito”, número 453 y con 508 kilos. Y tres de Santa Teresa, el tercero regular y el cuarto con problemas y, el séptimo, de regalo, nada fácil.

Arturo Saldivar se dejó llevar por la emoción y optó por lo fácil al indultar el segundo astado de su lote de nombre «Amor Infinito»  de la ganadería de San Miguel de Mimiahuápam,  un toro con calidad, bravura, fijeza y emotividad. Con el capote sobresalió un quite por Chicuelinas combinadas con tafalleras. Ya con la muleta se sabía que Saldívar iba hacer algo importante e inició con cambiados por la espalda y de pecho. La faena fue a más con muletazos por ambos lados, de  hinojos y luego la arrucina. Vino la petición de indultó y el diestro continúo toreándolo, hasta que el juez concede el indulto con división de opiniones.

En el primer toro Arturo ya había tenido buenos momentos lo lanceó con empeño y su quehacer de muleta fue de inicio efectista para después darse torear con verdad por derechazos plenos de temple y mando. De la misma manera lo hizo con la mano zurda largando tela de la buena. Más toreo derechista aguantando y sin enmendar el terreno, además de hacerlo en redondo con gran aguante hasta sufrir un susto. Siguió en la cara del toro para trazar dosantinas y manoletinas y así cerrar la faena. Terminó de estocada casi entera y caída para ser aplaudido en el tercio.

Antonio Ferrera, al toro que abrió plaza, le jugó bien los brazos en lances a la verónica. Con la muleta, a un burel de poca fuerza, le realizó una faena entendida y torera, de estupendo fondo artístico, sobre todo por naturales y sin ayudarse con la espada simulada con la mano derecha se dio gusto templando y mandando. Mató de estocada entera y algo tendida para ser aplaudido en el tercio.

A su segundo, de Santa Teresa también, Ferrera lo bregó de forma estupenda. Con la sarga ejecutó una faena meritoria y dispuesta con las dos manos y aguantando de verdad a un ejemplar complicado. Acortó distancias y así le sacó importantes momentos. Concluyó de dos pinchazos y estocada desprendida, siendo aplaudido.

En su primero, Sebastián Castella se vio empeñoso con el capote.  Inicia con pases vaciando por alto y en un palmo de terreno, primero en tablas y luego en el tercio, tuvo el don de la paciencia y la torería combinada con inteligencia para atemperar y someter con oficio las embestidas del astado hasta lograr relevantes series, sobre todo por el pitón izquierdo. Sus derechazos fueron igual de meritorios y terminó de estocada trasera y tendida y descabello, siendo ovacionado y negándose a salir al tercio.

En su segundo, Castella nada hizo con el capote y su faena de muleta, a un toro soso y de corta embestida, le intentó el lucimiento por todas las vías, pero sin tener la suerte deseada. Terminó de pinchazo y estocada honda y descabello para escuchar palmas.

Sebastián regaló un séptimo, de Santa Teresa, con el que no se acomodó usando el capote. Con la sarga, al problemático astado, le cuajó una faena templada y de aguante por las dos vías, de evidente mérito y arrebato torero, principalmente por el lado diestro. Adornos de mucho valor y acabó de pinchazo y estocada honda y descabello para serle aplaudido su esfuerzo.

Foto Efrén González