Una regular entrada registró el coso «San Marcos» de Aguascalientes en tarde de agradable clima y buen ambiente para la novillada del XXVIII Festival de Calaveras, resultando como triunfadores los espadas Bruno Aloi, en su debut con picadores, logrando ser una más que agradable sorpresa y, Emiliano Robledo, al repartirse equitativamente cuatro orejas y por ello al final ser paseados en hombros. Su alternante, Rubén Núñez estuvo por demás dispuesto, pero sin suerte. 

Una vez hecho el paseíllo, se tributó una fuerte ovación a la memoria de quien fuera singular monosabio, don José Inés Limón «El Bigotes». 

Se lidiaron seis astados, desiguales en tipo, de Monte Caldera, siendo bueno el sexto, que mereció el arrastre lento. También destacaron el tercero y el cuarto. El segundo fue de regular a malo y los otros fueron complicados. El ganadero don Francisco Aldrete Cossío dio tres vueltas al ruedo. 

El local Emiliano Robledo, en el burel que abrió plaza, lanceó de forma empeñosa y al intentar quitar por saltilleras fue empitonado de fea manera, cayó mal y se conmocionó. Fue llevado a la enfermería y regresó de ella para con la muleta para realizar una labor valiente de inicio por el pitón izquierdo, complicado, para seguir con mejor rumbo y, sobreponiéndose, por derechazos en cinco meritorias tandas al soso montecaldereño. Manoletinas para cerrar y fallar al matar, siéndole aplaudido el esfuerzo en el tercio. 

En su segundo, «Sabanillo», Emiliano dio una larga cambiada de hinojos y de pie lanceó empeñoso a pies juntos, además de quitar por ceñidas gaoneras. Pasado el segundo tercio fue aplaudido el subalterno Alejandro Prado. Con la pañosa comenzó Emiliano de rodillas en los medios con dos cambiados por la espalda, siguiendo de pie por derechazos de buen calado en tres templadas tandas. Por naturales le ligó un buen racimo, más toreo diestro en otras tres series lucidas. Manoletinas de hinojos para abrochar y concluir de estoconazo que hizo doblar sin puntilla al buen astado, siéndole otorgadas las orejas y recorrer el anillo con el ganadero Francisco Aldrete Cossío. 

A su primero, el tapatío Rubén Núñez lo veroniqueó con esmero y mejor quitó por zapopinas. Tras el segundo tercio se desmonteró el subalterno Gustavo Campos. Con la sarga, luego de brindarle a su alternante Emiliano Robledo y al matador Miguel Aguilar, Rubén empezó doblándose para continuar por naturales valiente. Con la mano derecha engarzó tres series de calidad y buen trazo. Lo intentó de nuevo por el izquierdo con voluntad y terminó con la diestra sufriendo un susto. Terminó de pinchazo y estocada desprendida para escuchar aplausos. 

Rubén a su segundo lo lanceó a la verónica con buen talante y de la misma manera quitó por caleserinas. Con la franela empezó vaciando por alto y, después, se dobló toreramente para seguir derrochando empeño y deseos de agradar por ambos perfiles con un astado complicado. Sin duda, el torero resolvió la papeleta con solvencia. No atinó al matar y se le aplaudió el esfuerzo tras un aviso. 

El mexiqueño Bruno Aloi, debutante con caballos, en su primero, llamado «El Hierbanis», veroniqueó con prestancia y al rematar toreramente sufrió un susto sin consecuencias y quitó vistosamente por chicuelinas y tafalleras, coronando con bella brionesa. Su labor de muleta, previo brindis a su señora madre Mónica Hernández Weber, la comenzó doblándose con estética muy personal y evidente arte, continuando por derechazos de estupenda dimensión y elegancia, además de talento. Con la mano izquierda le aguantó de verdad y se lo pasó por la faja con autoridad. Todo con temple e indiscutible calidad al buen novillo. Siguió recreándose por naturales gustándole a la gente. Manoletinas de rodillas ligando derechazos y los de pecho con personalidad y serenidad, sin aspavientos. Acabó de estocada para que le otorgaran las orejas bien merecidas y dar la vuelta al ruedo también con el ganadero Francisco Aldrete Cossío. 

Y al astado que cerró el festejo, el buen “Cinco Yerbas”, Bruno lo recibió con dos elegantes cordobinas para después lancear a pies juntos y con el compás abierto. Cubierto el tercio de banderillas, el subalterno Ángel González fue aplaudido. Con la sarga, Bruno, tras algunos pases de tanteo, se dio a hacer el toreo reposado, con temple y largueza por el pitón derecho, con estupendo asentamiento y naturalidad, viéndose de verdad relajado y sin aspavientos. Su toreo al natural tuvo cadencia, dimensión, solera y aguante. Citó, templó y mandó, como mandan los cánones toreros. Logró pases en un palmo de terreno y en redondo entre gritos de ¡torero! Vinieron más derechazos sin ayudado y una serie de tres sustos impresionantes, intercalando dos viajes para entrar a matar, dejando dos pinchazos hondos que bastaron. Hubo petición de oreja que no se concedió y al novillo se le dio arrastre lento. El torero fue obligado a dar la vuelta al ruedo y la volvió a compartir con el ganadero don Francisco Aldrete Cossío. Al final, Tanto Bruno como Emiliano fueron paseados en hombros. 

FICHA 

LUGAR: Aguascalientes, Aguascalientes. 

EVENTO: Novillada del XXVIII Festival de Calaveras. 

PLAZA: “San Marcos”. ENTRADA: Regular con buen clima y ambiente. 

GANADO: Seis astados desiguales en tipo, de Monte Caldera, siendo bueno el sexto, que mereció el arrastre lento. También destacaron el tercero y el cuarto. El segundo fue de regular a malo y los otros fueron complicados. El ganadero don Francisco Aldrete Cossío dio tres vueltas al ruedo. 

CARTEL: Emiliano Robledo: Al tercio y dos orejas. Rubén Núñez: Al tercio y palmas tras un aviso. Bruno Aloi, quien debutó con caballos: Dos orejas y vuelta al ruedo. Al final, tanto Bruno como Emiliano fueron paseados en hombros. 

Foto Emilio Méndez