Lo realizado por el diestro de Aguascalientes Joselito Adame el reciente sábado 27 de este mes en la que fue décima sexta función de la prestigiada Feria de San Isidro que tiene como escenario el coso Monumental de Las Ventas de Madrid, tirándose a matar sin engaño, a cuerpo limpio, logrando así coronar una brillante faena, basada en su macho toreo natural, para lograr cortarle una valiosa oreja al toro que cerró plaza, de nombre “Omani”, marcado con el número 6 y con 549 kilos de la dehesa de El Torero, sustituyendo así a su ahijado de confirmación, conmocionado en el astado de la ceremonia, el fuenlabreño Francisco José Espada, ha sido todo un ejemplo de determinación y ganas de ser alguien de gran calado dentro de la Fiesta de los Toros en el mundo.
Estamos ciertos de que este hecho no es el primero ni el último que se ha hecho y se hará en el ruedo venteño y en muchas plazas de la geografía taurina internacional, pero si es más que digno mencionarlo y reconocerlo en un espada como el siempre esforzado Joselito Adame, quien desde becerrista no ha dejado de ir año con año a Europa, sobre todo a España, para hacerse de un nombre, de un prestigio y un reconocimiento total del Orbe Taurómaco, mismo que le han costado “sangre, sudor y lágrimas”, a la vez de triunfos, que han sido los más y que le han dado la oportunidad de sostenerse en el sitio que ahora ya tiene como la figura del toreo que es en América Latina y del gran sitio que tiene en ruedos europeos.
Y es que el hecho de que Joselito Adame haya tenido la osadía de haberse entregado en la suerte de matar sin engaño alguno, más que su mano izquierda para poder vaciar la suerte, me hizo remover las arenas del tiempo y la historia para traer a la palestra aquellas hazañas realizadas, igualmente en el coso de Madrid, allá por los meses de julio y agosto de 1934 cuando los diestros mexicanos Luis Castro “El Soldado” y Lorenzo Garza, siendo novilleros, acapararon la atención de todos cuando la tarde del 29 de julio de dicho año, tras haber resultado herido su alternante español, ambos se quedaron con el encierro y “El Soldado” para rubricar una de sus faenas se tiró a matar con un pañuelo como engaño y así cobrar sensacional estocada. Luego salió Garza e hizo lo propio pero para superar lo hecho por su paisano, éste realizó la suerte suprema sin nada más que su mano izquierda, tal y como lo hizo Adame ahora. Así que por ese par de gestas, ambos toreros fueron sacados en hombros y los repitieron en la misma plaza madrileña los días 6 y 9 de agosto de ese 1934.
Se dice y se comenta que Joselito Adame no tenía por qué matar como lo hizo pues lo que había hecho ya con la muleta, sobre todo por naturales, era más que suficiente para ir en busca del trofeo auricular. Posiblemente haya algo de razón en ello pero quién no conozca a Joselito Adame se dará cuenta de que lo que hizo tuvo un motivo y ese fue el de saber en qué momento se tiene que demostrar la raza y sacar la casta para responder y así buscar el triunfar, aunque en ello le vaya la vida. ¡Ese es Joselito Adame!
Para el espada de Aguascalientes, ésta ha sido la cuarta oreja que ha cortado en el ruedo venteño desde que confirmó aquel 25 de mayo de 2011 de manos del galo Sebastián Castella y ante la presencia del extremeño Miguel Ángel Perera, con el astado llamado “Deseado” de la dehesa de Alcurrucén.
De esta manera, en las once corridas de toros que ya ha cumplido en la Monumental Plaza del barrio de Las Ventas, además del par de novilladas que cumplió en su momento, Joselito logró cortar su primera oreja el 4 de junio de 2013 al burel de nombre “Hojalayero” de la ganadería de El Montecillo. Ese mismo año, el siguiente 7 de junio, volvió a “tocar pelo” “tumbándole” un apéndice a “Alcaparrito” de Alcurrucén. La tercera oreja vino el 17 de mayo de 2015, con el astado “Adobero” de El Montecillo y ahora el cuarto, el reciente sábado 27 de mayo de este 2017, al toro llamado “Omani” de la divisa de El Torero.
Sin duda, nadie podrá negarle ni restarle méritos a la carrera taurina de Joselito Adame y quien se atreva a hacerlo estará inmerso en un grave error. En este 2017 estará cumpliendo diez años de alternativa, la que tomó en el coliseo francés de Arles siendo su padrino el madrileño Julián López “El Juli” y el testigo el galo Juan Bautista, con ganado de Antonio Bañuelos, una década plena de verdad torera y con un común denominador, la determinación por querer ser el mejor de todos y en ese camino está Joselito.
Viene entonces para Adame su segunda comparecencia dentro de la isidrada y ello ocurrirá el próximo jueves 8 de junio cuando alterne con el sevillano Manuel Jesús “El Cid” y el salmantino Juan del Álamo en la lidia de un encierro de la dehesa cacereña de Alcurrucén, con divisa en azul celeste y negro, deseando fervorosamente que sea en esta oportunidad cuando se cristalice el sueño de la Puerta Grande. ¡Enhorabuena y suerte!