Lo que he platicado sobre el café el Tupinamba, me ha traído el regalo de entrar en comunicación con quienes si lo vivieron y que me hacen el gran favor de enviarme recuerdos, así lo hace mi colega de Zacatecas, Óscar Fernández.  Él nació en los cuarenta y me dice que cuando niño hasta aquella bellísima ciudad, llegaba la señal de la XEW para transmitir en vivo desde el Tupi un programa en el que se charlaba de toros y fútbol.

Recuerda entre otros especialistas en sus micrófonos a Agustín González, Escopeta y a Cristino Lorenzo y también en las narraciones de toros desde el Toreo de La Condesa, hoy El Palacio de Hierro Durango, o en las de La México a Paco Malgesto y a Carlos Septién, el famoso Tío Carlos.

El Tío Carlos, por dar una idea de quién fue en la literatura taurina, tituló la crónica cuando el triunfo de Antonio Velázquez en una noche de Oreja de Oro en El Toreo de la Condesa, como la de Antonio Corazón de León, y de ahí, para el real, se convirtió Toño en figura del toreo, rivalizando principalmente con Rafael Rodríguez. 

Los toros eran por cierto de Torreón de Cañas, ganadería hoy en día propiedad de Julio Uribe que con Manuel Arroyo están apostando a regresarle el cache a la Feria de Texcoco.

Y por cierto el otro día fui a una opípara comida al bellísimo Casino Español y pasé por lo que era el Tupinamba, ahora una sucursal bancaria, sentí lo mismo que sintió Joaquín Sabinacuando en su canción Las Diez, relata que en lugar del lugar dónde encontró el amor, se hallaba una sucursal del Banco Hispanoamericano y la agarró a pedradas contra los cristales, como dice la letra de su canción, muy popular.

Recordando, antaño era costumbre ir al fútbol, luego a los toros y para cerrar el domingo, algunos se enfilaban al Frontón México, en ese lugar me platicó mi inolvidable Arenero, él vivió una gran anécdota, una noche Luis Castro El Soldado ganó un dineral, era el mes de diciembre y al salir estaba helando, se encontró con un indigente, se conmovió y procedió a darle le dio su fino abrigo para que se guareciera.

Al subir al auto, se dio cuenta que el parné (nombre gitano del dinero) había volado en los bolsillos, del abrigo buscó al fulano, pero el gacho ya se había ido.

A la semana siguiente en un señorío hoy desafortunadamente menos frecuente, estaba el hombre en la puerta del Frontón México esperando al matador para devolverle tanto abrigo como parné, el Soldado le dijo “no mereces estar jodido, quédate con el dinero, pero dame para acá mi abrigo, me gusta mucho”

Curiosamente, el viernes 10 de marzo abrió nuevamente sus puertas el Frontón México, el gran taurino que además se echa al agua en las ganaderías y pelotari de nivel mundial, Mikel Arriola, él es un extraordinario profesional hoy en día, dirige al IMSS.

Mikel jugó el partido inaugural y con su pareja Marco Ochoa vencieron a Juan León García y Alejandro Safont. Su abuelo vasco fue parte del elenco inaugural del Frontón México en los veinte del siglo pasado. Los nombres de los astados de Rancho Seco lidiados en La México, fueron dedicados por el evento de reapertura del bellísimo deporte, el encierro fue fuerte y exigió mucho a los actuantes, dos toros regresaron a los corrales por las fallas con el acero de uno de los ejecutantes.

Con esos recuerdos brincando en mis neuronas, vi imágenes de Illescas del 11 de marzo de 2017 dónde Morante y Manzanarescon Pepe Luis Vázquez quién reapareció, tejieron una tarde bucólica y triunfal corrida, para el recuerdo con cartel de No hay billetes, también con dolor presencié la cornada a Juan José Padilla en Valencia; le deseo pronta mejora.

En La México el primer triunfador de la tarde del 12 de marzo lo fue Juan Luis Silis quién avanzó por su primera actuación de la tarde hacia la final que se celebrará como colofón a la Feria de la Cuaresma, el domingo 2 de abril, ya veremos en los próximos dos domingos, quién más se apunta.