TLAXCO, Tlaxcala (Ángel Sainos, especial).- El fin de semana pasado el joven matador de toros tlaxcalteca Sergio Flores visitó la legendaria ganadería de Rancho Seco a invitación de don Sergio Hernández González y Sergio Hernández Weber, propietarios del hierro, para realizar labores de tienta.

Tres hembras y dos machos fueron probados al caballo y luego lidiados con capote y muleta, siendo el diestro en tales labores auxiliado por su banderillero y por el novillero Santiago Romero.

Los ejemplares cumplieron a cabalidad prestándose para el lucimiento, destacando el segundo que resultó extraordinario y con el cual incluso pudo torear tan solo con un sombrero en dos magníficas tandas que remató con la dosantina gracias a la nobleza, clase y obediencia de la vaca ranchosequeña.

Sergio Flores ensayó así su depurada tauromaquia y disfrutó de la hospitalidad y buen trato de los señores Hernández, con quienes lo une una gran amistad pues Rancho Seco fue de las casas que le abrieron las puertas cuando iniciaba su gran y meritoria carrera taurina.

Sin duda, ha sido una tarde de toreo bueno, misma  que se comentó durante la comida en el hermoso casco de esta casa ganadera de la afamada divisa en caña y rojo, además de que le sirvió de mucho para el compromiso que tuvo el domingo siguiente, 5 de marzo, en el coso zacatecano de Río Grande, donde cortó dos orejas y salió en hombros.