Un lleno impresionante registró la Monumental Plaza México, en tarde de agradable clima, con algo de viento, para la tercera corrida de la Temporada de Reapertura y del LXXVIII aniversario del gran coso, resultando triunfador taurina y sentimentalmente el gran torero de a caballo estellés Pablo Hermoso de Mendoza, al cortarle las orejas al toro de su adiós. Para al final salir en hombros por la puerta de “El Encierro”. En la lidia a pie, el mexiquense Ernesto Javier “Calita” logró cortar un apéndice, el mismo que el lagunero Arturo Gilio en su confirmación de doctorado.

Luego, a la mitad del despeje de cuadrillas, amenizado por la banda de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, se llevó a cabo la solemne ceremonia de honores al lábaro patrio, entonándose de manera emotiva nuestro bello himno nacional y con gritos de México! ¡Viva la Libertad! y ¡Viva la Fiesta Brava!

En homenaje a la gente que tuvo la fortuna de presenciar hace 78 años la inauguración de la Monumental Plaza México, el señor Emilio Checa, quien está próximo a cumplir 100 años de edad, la empresa le hizo entrega de una placa por ser uno de ellos.

Se lidiaron seis toros de la dehesa queretana de Los Encinos, dos de ellos para rejones, siendo estos de regular juego. Y los de la lidia ordinaria, los tres primeros fueron buenos, dos de ellos acusando poca fuerza y regular con debilidad el cuarto.

En el toro que abrió plaza, el de la confirmación del coahuilense Arturo Gilio, llamado «Carlos», marcado con el número 61 y con 485 kilos, lo saludó con verónicas de buen gusto y lo quitó, valiente y ajustado, por gaoneras para emocionar al público. Con la muleta, tras la ceremonia de confirmación apadrinada por Ernesto Javier «Calita» y ante la presencia de Pablo Hermoso de Mendoza, Gilio le brindó a su padre, el matador de toros, ganadero y empresario Arturo Gilio Hamdan y, entonces, se fue a tablas, de rodillas, para empezar, emocionando, con pases por alto, un cambiado por la espalda y el de pecho. Ya de pie, ligó dos buenas series derechistas al enclasado astado, pero, falto de fuerza. Al natural, muy reunido, engarzó tres tandas en el mismo nivel. Más toreo diestro de mejor factura en tres racimos y mató de certera estocada para cortar una merecida oreja.

A su segundo, Gilio le jugó artísticamente los brazos en lances a la verónica. Con la franela, al débil toro, se lo llevó por delante a los medios para ejecutar un trasteo a base de pundonor y evidentes ganas por agradar por ambos lados, sobre todo, por el izquierdo en tres series. Hizo el toreo en redondo con buena exposición. El final fue derechista, de evidente esmero y acabó de atinada estocada, siendo aplaudido.

El mexiquense Ernesto Javier «Calita», a su primero, «Miguel», lo recibió en los medios, de hinojos, con una larga cambiada y, de pie, ligar buenas y bonitas verónicas y chicuelinas. Lo llevó al caballo por chicuelinas caminándole y quitó vistosamente por navarras. Con la sarga, después de la devolución de trastos, en los medios, le pegó un cambiado por la espalda y una dosantina para seguir, con mano baja, por el pitón derecho y, a pesar del viento, en tres tandas y con buen ritmo. Con la mano izquierda tiró enclasado y estéticamente en otras dos series cuando el burel se le fue a tablas y, ahí, le endilgó dos brillantes dosantinas con un cambiado de mano por delante. Mató de estocada casi entera, tendida y desprendida, llevándose un fuerte golpe en un costado para obtener una oreja.

«Calita» en su segundo bregó con oficio al débil ejemplar, pero noble. Con la pañosa, realizó un trasteo inteligente y cuidadoso con pases diestros a media altura, cadenciosos y rítmicos hasta en cuatro tandas, bajándole la mano en las últimas y ralentizando su toreo, destacando un cambio de mano por delante que fue una pintura. Al natural corrió la mano despatarrado con tersura y señorío en tres bellos racimos. Al final, sin el ayudado, aplicó ceñidas joselillinas para finiquitar de pinchazo y estocada contraria para ser ovacionado en el tercio.

En su primero, el caballero en plaza navarro Pablo Hermoso de Mendoza, empezó doblándose toreramente encima de «Regalis», además de templar a la grupa para dejar dos fierros de castigo. Luego, arriba de»Verdin» colocó dos banderillas a una mano intercalando el toreo templado de costado, a la grupa y haciendo pasadas por dentro. Ya montando a «Ilusión» clavó otros dos palos y atemperando al estribo. Al final, manejando a «Malbec», se lució al poner tres vistosas rosas y un par de banderillas a dos manos para matar de forma defectuosa y ser aplaudido.

Y en el que cerró el festejo, el del adiós de Pablo, de nombre «Manuel», número 63 y con 484 kilos, montando a «Nómada», clavó un rejón de castigo para seguir, encima de «Verdin» y colocar tres palitroques, uno de ellos al cambio, intercalando su toreo templado a la grupa, sus pasadas por dentro y llevándolo muy cerca del rabo combinando los lados. Luego, sobre «Malbec», cuando empezaron a sonar las sentimentales notas musicales de Las Golondrinas y los gritos de torero! vinieron otras dos banderillas, una al cambio, además de exponer en temerarias pasadas por dentro. Y manejando a «Generoso» puso dos rosas y acabó de estocada para obtener las orejas y dar sentida vuelta al ruedo. Para salir en hombros por la puerta de «El Encierro».

FICHA
LUGAR: Ciudad de México, CDMX.
EVENTO: Tercera corrida de la Temporada de Reapertura y del LXXVIII aniversario del gran coso.
PLAZA: Monumental México. ENTRADA: Lleno impresionante en tarde agradable con algo de viento.
GANADO: Se lidiaron seis toros de la dehesa queretana de Los Encinos, dos de ellos para rejones, siendo estos de regular juego. Y los de la lidia ordinaria, los tres primeros fueron buenos, dos de ellos acusando poca fuerza y regular con debilidad el cuarto..
CARTEL: El rejoneador navarro Pablo Hermoso de Mendoza, en su despedida de esta plaza: palmas y dos orejas en el del adiós, con salida en hombros por la puerta de “El encierro”. A pie, Ernesto Javier «Calita»: una oreja y al tercio. Arturo Gilio, quien confirmó su alternativa: una oreja y palmas.

Foto: Emilio ´Méndez