En la vida como en los negocios dejar huella es difícil, es una asignatura compleja, por ello, cuando una persona como lo fue el criador y creador de reses bravas Victorino Martín Andrés parte al paseíllo eterno, se siente una sensación de dolor al despedir físicamente, a quién se le admira por su obra indeleble que perdura ahora en las manos de su hijo.

Una ganadería a punto de desaparecer la de Escudero y Calvo en manos de un genio se convirtió en una de las ganaderías más emblemáticas del toreo con quien buscó y encontró acometividad, codicia, fiereza, alegría en el comportamiento, balanceadas con nobleza y trapío en lo físico en sus dehesas y no el comportamiento light, cáncer de la más bella de todas las fiestas.

Recordemos que el 18 de agosto de 1960 Victorino Martín Andrés, compró el primer lote a Florentina. En el 62 compró el segundo lote (el de Josefa) y el 23 de diciembre de 1965 compró el último y su parte de finca a Antonio. Ya en el 66 lidió como Victorino Martín, marcando un hito en la cabaña del ganado de lidia y una historia de tesón para engrandecer a una marca que provoca gran expectativa cada vez que lidia.

El once de junio se celebra el cumpleaños, desde que el marqués de Albaserrada le compró a su hermano el conde de Santa Coloma una punta de vacas y algunos sementales con ascendencia del marqués del Saltillo. Posteriormente compró Manuel Bueno en los años veinte y cuando fallece, los sobrinos de su viuda (Antonio, Florentina y Josefa) gestionaron los destinos de las reses del hierro de la A coronada hasta principios de los 60, anunciándose en los carteles como Herederos de Juliana Calvo y también como Escudero Calvo hermanos. Fueron años de los treinta a los sesenta, en los que la ganadería al final perdió su lugar de privilegio dentro del mundo taurino.

Las Ventas es una de la plazas emblemáticas de Victorino Martín, ahora a cargo de su hijo del mismo nombre y apellido paterno, el de García es por parte de su madre.

Victorino Martín García, sigue con la obra adelante, pone muy alto el listón con la movilidad, recorrido, ritmo, codicia, fijeza y en ocasiones la fiereza para dar sello propio a su ganado. Toros extraordinarios con las características positivas o negativas (llamadas alimañas) cuando se comportan dando dolores de cabeza a quienes les toca lidiarlas.

El 1 de junio de 1982, el ruedo de Las Ventas se empapó de codicia, acometividad, fijeza y fiereza para un momento excepcional: la Corrida del Siglo, en el cartel: Francisco Ruiz Miguel, Luis Francisco Esplá y José Luis Palomar, con toros de Victorino Martín.

Pobretón, Playero, Mosquetero, Director, Gastoso y Carcelero eran los nombres de los seis ejemplares que el ganadero de Galapagar lidió en la Monumental. Una cauda de nobleza y codicia combinadas, con un trapío ejemplar de los astados. Los tres espadas -que se repartieron seis orejas-, acompañados del ganadero y su mayoral, cruzaron la Puerta Grande gloria.

Posteriormente, en la corrida del 19 de julio del 82, se lidió Belador toro indultado en las Ventas, al que toreó Ortega Cano. El Paleto llamado así el fundador por ser nacido en Galapagar, un pueblo, es el único ganadero que se ufana de tener el homenaje del indulto para un toro en Las Ventas.

El conocimiento del padre más práctico, el del hijo más científico, se combinaron para mantener el prestigio por lo alto y ahora la nieta, hija de Victorino hijo, sigue los pasos familiares.

Le mando mi pésame hasta España a la familia de una casa ganadera muy respetada por todo el mundo taurino y que ahora sean ellos quienes sigan a futuro luchando por mantener la llama de la acometividad, codicia, fiereza, alegría, balanceadas con nobleza y en trapío en sus dehesas.

Estimado Victorino; para la posteridad dejas la grandeza de ser congruente en lo que se piensa y en lo que se hace sin declinar en el camino, un abrazo a tu hijo con mucho afecto, sucesor de tu filosofía de crianza.

Te vamos a extrañar y mucho en todo el planeta taurino y en especial en México, me quedaré con el recuerdo de haber estrechado tu mano amiga y fuerte.